No me suelen gustar mucho las películas de juicios /
abogados por que suelen ser muy densas, abordan temas que rara vez me importan
o mismo, suelen tratarse más sobre la lucha de egos entre los abogados y demás historias.
Esta película de origen Belga me mantuvo muy atento gracias
a un evento muy dramático sucedido en los primeros seis minutos de la misma y
sostenidos después por un conflicto manejado de manera bastante competente
sobre el principal protagonista.
La película trata básicamente sobre las debilidades que
tiene el sistema judicial y penal de ese país con respecto al trato de los
maleantes y a los errores que suceden al procesarse las causas. El aspecto técnico
de la película está muy bien resuelta y aunque la trama no es para cualquiera,
se las arreglan para hacerla ágil y amena para casi cualquier persona que se
acerque a verla. El actor principal está bastante bien en su rol (Koen De Bouw)
y el procurador general (Jappe Claes) hace muy bien su papel y te dan ganas de
esperarlo (literalmente) en la esquina y darle una buena paliza. La película no
es la gran cosa pero es muy recomendada si te gusta este tipo de temática.
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